En un mundo donde la libertad del consumidor de elegir el producto que quiera en cualquier época del año es fundamental, la calidad de los congelados se presenta como el principal adalid para que se disfruten de los alimentos con todo su sabor y propiedades nutricionales.
No son pocas las ventajas y beneficios que conlleva el consumo de alimentos marinos, como los pescados o los crustáceos, y los terrestres, como las verduras y las carnes, congelados, para frenar los procesos de descomposición natural que llevaría a la aparición de bacterias, y otras condiciones que, quizás no sean tan conocidas, y que pasamos a ver a continuación.
Ventajas de consumir productos congelados de calidad
Además de la ventaja que acabamos de señalar y que es conocida por todos, por su evidente lógica, la congelación de los alimentos permite conservar los nutrientes sin dañar su textura ni su sabor, ahorrando tiempo, dinero y esfuerzo en la preparación de los platos y facilitando la elaboración de cualquier tipo de receta.
Aunque el consumo de alimentos congelados esté ampliamente extendido en los hogares españoles, ya que algo más del 70 % de las familias consumirá algún congelado durante la semana, no debemos dejarnos engañar. Hay una gran diferencia entre productos congelados de calidad alta y los de calidad baja que debemos conocer.
La mejor forma de acertar con la buena calidaden productos congelados viene definida por la empresa que los distribuye. Como ejemplo de esto que decimos encontramos la empresa Manumar, todo un referente en la Comunidad Valenciana no solo por distribuir todos los productos de Anedilco, a la sazón líder nacional de congelados de calidad, sino porque además solo trabaja con las mejores marcas de productos refrigerados, como pueden ser; Findus, Prielá, deleita, Icelandic, La Gula Del Norte, Krissia, Panusa, P.C.S., Navidul, Campofrío, Revilla, Borges, etc. …
Seguridad e higiene
Como ya hemos indicado al inicio de este artículo, este es su máximo valor, la reducción de la degradación de los alimentos, manteniéndolo a salvo del ataque de un buen número de bacterias y microorganismos que pueden producir enfermedades en las personas, y además evita que pierdan las propiedades que cada alimento posee de forma natural.
Mantenimiento de las propiedades
Efectivamente, aunque existe una leyenda popular que se viene repitiendo desde antiguo, la realidad es que las modernas técnicas de congelación consiguen mantener la frescura y todos los valores nutritivos sin pérdida alguna. Esta realidad se demuestra cuando al descongelar el producto encontramos que se ha mantenido tanto su textura, como su apariencia, como su sabor, y por supuesto sus nutrientes.
Para conseguir este resultado se necesita una labor altamente profesional, tanto en el proceso de congelación como el de mantenimiento, algo que solo las mejores empresas como Manumar consigue llevar a efecto. Y es que se hace necesario un estricto control de la cadena de frío de todos los alimentos que llegan y salen de su producción, siempre hay que evitar que esta se rompa. La alta tecnología con la que estos profesionales, líderes del sector, trabajan, posibilitan la total garantía de que esto no llegue a ocurrir, alcanzando los niveles de excelencia que se requieren para competir en el mundo de la alimentación y de los congelados y conseguir sobresalir.
Ahorro económico
Como norma general, los productos congelados suelen ser más económicos que cuando estos mismos los encontramos frescos, por lo que resulta un ahorro importante en la cesta de la compra. Por otor lado, con los productos congelados no hay desperdicios, se aprovecha absolutamente todo, valga como ejemplo que con el pescado fresco se llega a desechar hasta el 40 % de todo el producto por el que ya se ha pagado.
La comodidad
Otra de las ventajas que no debemos dejar pasar por alto es que los alimentos congelados se comercializan completamente limpios, perfectamente preparados para ser cocinados y consumidos, en cajas, paquetes y embalajes que facilitan su transporte y su almacenamiento.
Su longevidad
Como cabe suponer, los alimentos congelados pueden mantenerse en este estado durante meses, alargando su conservación para ser usados cuando al consumidor le apetezca, algo que no es posible con ningún producto fresco. Esto también está relacionado con el ahorro, ya que se puede comprar cuando se encuentre en oferta y mantener su ciclo de frío hasta que, como decimos, queramos consumirlo.
Para adelgazar
Por último, queremos añadir un beneficio más que a muchos sorprenderá, y no es de extrañar puesto que se basa en estudios bastante recientes. Según la doctora Jessica Bartfield, especialista en nutrición y en control del peso, los congelados consiguen un control de las porciones que se consumen. De este modo, resultan un gran aliado cuando nos planteamos hacer dietas para bajar de peso. Por otra parte, la información que aparece en sus empaquetados nos proporciona una guía excepcional para saber qué calorías nos proporcionan para tenerlas en consideración en nuestras dietas.